San Sebastián, los baños de todo un barrio
A pesar de ser los baños de la Barceloneta, los vecinos no podían permitirse la entrada
Los baños de San Sebastián marcaron la vida de los de la Barceloneta. Allí hicieron grandes conquistas sociales y sexuales.
Las piscinas eran la playa del barrio
En aquella época, la Barceloneta era la playa de la ciudad, pero el agua de mar no tenía las condiciones higiénicas actuales. Los barcos vertía aceite sin resplandor y las alcantarillas fluía sin filtro. Por esta razón, se crearon una serie de piscinas, los baños, que ofrecían a la población la posibilidad de sumergirse en agua limpia.
Los baños de la Barceloneta iban de punta a punta de la playa, hasta llegar al espigón. Comenzando por el paseo marítimo, se produjeron los siguientes baños: Orientales, Club Natación Atlético, Sant Miquel, Astilleros, San Sebastián y Club Natación Barcelona, nunca considerados como una entidad del barrio por los vecinos de toda la vida porque había gente de alto nivel adquisitivo.
Los vecinos no podían pagar la entrada, pero...
Los baños, a pesar de ser públicos, se pagaron. Esto hizo retroceder a la gente de la Barceloneta. Para evitar que la gente entrara sin permiso, los baños tenían vallas de hierro que iban unos 10 metros al mar. Los vecinos, especialmente los más jóvenes, pasaban de todos modos, ya sea rodeando la valla, o debajo, rallando en la arena. Otra forma de entrar fue con la complicidad de los trabajadores, muchos de ellos nacidos en el barrio.
Los baños de San Sebastián
Uno de los baños más importantes fue el de San Sebastián. Fue donde hoy se encuentran las instalaciones del Club Atlético-Barceloneta. Tenía siete piscinas. El más grande estaba frente a un edificio que reproducía el casino de San Sebastián. El edificio fue construido en 1928, y el arquitecto fue Antoni Millàs, el mismo que había realizado el casino del País Vasco. Funcionaba como un casino, pero también tenía un restaurante, barbería y otros servicios para pasar el día allí. El Baño de San Sebastián fue el primero en el que hombres y mujeres se bañaron juntos.
Una de las piscinas estaba dedicada al público familiar. Estaba rodeado de casas como vestuarios y el agua estaba congelada. Esto se debió a que casi nunca tocó el sol y porque el agua de estas piscinas salió de pozos, no del mar. Al lado de la piscina familiar estaba el grande. Era muy profundo y tenía un trampolín alto que se cerró después de que una persona murió. Otra de las piscinas era la Delicious One, en la que se concentraba el grupo homosexual. Hoy, este grupo ha regresado a esta zona de la playa.
En la década de 1990, la concesión de los baños de San Sebastián estaba en manos de un tal Ribalta. La concesión había terminado y Ribalta dejó que las instalaciones se deterioraran hasta el punto de llegar al estado de ruina. Con el horizonte de los Juegos Olímpicos, el Ayuntamiento decidió demoler los baños para construir el actual Club natatorio Barceloneta.
Vicens Forner,
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